Los profesionales sanitarios que hayan entrenado sus competencias emocionales están en posición de ofrecer una mejor asistencia y, por tanto,mejorar la calidad de la misma. Ésta es una de las conclusiones más destacadas tras la celebración del curso sobre Autonomía Emocional, organizado por Desarrolla en colaboracióncon la Fundación Hospitales Nisa.
Esta acción formativa, orientada a las especialidades de enfermería, auxiliar de enfermería y celador, ha permitido analizar, desde un punto de vista afectivo, los problemas a los que estosprofesionales se enfrentan en su día a día. El estrés, los conflictos laborales o situaciones delicadas con algunos pacientes condicionan el desempeño de sus tareas y repercuten en elservicio que ofrecen. El desarrollo de competencias emocionales permite gestionar estos sentimientos, favoreciendo un mejor clima de trabajo y aumentando la calidad asistencial.Los alumnos que participaron en el curso valoraron favorablemente los conocimientos adquiridos y su aplicación al sector sanitario, en concreto en lo que concierne al trato con lospacientes. “Estas directrices les han enseñado a gobernar sus emociones, a resolver conflictos con mayor seguridad y a enfrentarse con claridad a situaciones de presión. También les hanbrindado las herramientas para hacer del trabajo diario una tarea gratificante, encontrando un canal de permanente motivación con el que transmitir optimismo y ahuyentar los miedos quedificultan la excelencia en el trabajo” destacó Eva Velasco, educadora emocional de Desarrolla.
Beneficios de la inteligencia emocional La inteligencia emocional supone tener consciencia de cómo actuamos y porqué, de cómo percibimos y nos perciben y de cómo podemos regular nuestros comportamientos para queestos consigan mejores resultados. Por tanto, el fomento de las competencias emocionales permite a la persona cambiar las emociones negativas por positivas, que hacen que el individuo conecte con lo mejor de sí mismo y se relacionen con ellos mismos y con los demásde forma autónoma y satisfactoria. En una organización emocionalmente inteligente se fomenta el talento, se desarrolla el liderazgo y se forma a las personas para que aporten un valor añadido. Con todo ello seincrementa la productividad y se mejoran los resultados. |